El jardín

El jardín de Chillida Leku, con una extensión de 11 hectáreas de terreno, alberga diseminadas más de cuarenta esculturas de tamaño monumental. Colocadas de manera meditada, las obras dialogan con la naturaleza, pero también generan un diálogo entre ellas mismas. 

Por un lado, nada más entrar, se encuentra la zona de campa que en los usos primitivos del caserío estaba destinada a pasto para los rebaños.

“La escultura debe siempre dar la cara y estar atenta a todo lo que alrededor de ella se mueve y la hace viva."

Eduardo Chillida

Mientras por otro lado, tras el caserío se localiza la zona boscosa más frondosa, donde las esculturas están realmente integradas en el bosque cercadas por los árboles.

En el jardín las esculturas pueden ser tocadas para poder sentir las diferentes texturas, e incluso experimentadas desde dentro, ya que algunas de ellas albergan espacios en su interior que pueden ser transitados por el visitante. Las obras admiten ser rodeadas y contempladas desde diversos puntos de vista.