Elogio del hierro III

1991

Acero

187 x 98 x 47 cm

Esta obra pertenece a la colección del BBVA. Estuvo durante varios años frente a la sede del banco en la Gran Vía bilbaína en un diálogo continuo con la estación de metro ideada por el arquitecto Norman Foster con quien Chillida decidió la ubicación de la escultura. El título de esta monumental pieza de acero remite a la relación del escultor con el material que fue fundamental en su trayectoria artística: el hierro. En 1951, Chillida abandonó París para instalarse en Hernani donde se reencontró con sus raíces y comenzó a trabajar en la forja de Manuel Illarramendi. Chillida trabaja el forjado a la manera tradicional, mediante la lucha directa con el hierro al rojo vivo a golpe de martillo. Con el descubrimiento de este metal, ligado íntimamente a su tierra, Chillida abandona la figuración para introducirse en el camino de la abstracción. El camino del hierro marca el inicio de un nuevo lenguaje estético y supone una apertura hacia una nueva vía que le permite indagar en sus interrogaciones en torno al espacio. La escultura de estructura vertical parte de una sólida base que se eleva y de cuya parte superior emergen cuatro elementos que permiten delimitar un espacio en su interior. Se trata de un espacio activo cuya tensión está provocada por las formas que lo rodean.